Pérdida de peso por estrés.
Conclusión No. Si te encuentras en un estado de tensión o estrés permanente, y esto te lleva a perder peso, debes consultar a un especialista. El deporte puede ayudar a reducir los niveles de estrés. ~ El magnesio puede ayudarnos a combatir el estrés y sus efectos sobre el peso calmando el sistema nervioso y relajando los músculos. El magnesio tiene un efecto calmante y antidepresivo. Para ganar peso, una persona debe comer más. Lo mismo sucede cuando estamos en una situación estresante: nuestros niveles de cortisol se elevan y nuestra ingesta cambia, permitiendo que se acumule más grasa más rápidamente. Peor aún, en circunstancias estresantes, estos alimentos, ricos en grasas y azúcares, se convierten en síntomas generales de estrés. Antojos y “atracones”: mientras que el estrés hace que algunas personas pierdan el apetito, otras anhelan el chocolate, la comida chatarra, los refrescos y las bebidas con cafeína, la nicotina y el alcohol. Esto puede que te dé un respiro de unos diez minutos, pero aparecerá el efecto rebote, y además tendrás un deterioro en tu salud. En el estómago y los intestinos, el estrés puede desencadenar dolor, hinchazón, náuseas y otras molestias, además de estar asociado. cambios en la microbiota intestinal, todas las bacterias que viven en el órgano. En casos más graves, el estrés puede provocar vómitos, aumento o disminución del apetito o diarrea. El estancamiento de peso o la meseta de pérdida de peso es el período en el que no logramos perder peso después de un período prolongado de pérdida. Este estancamiento suele derivar en meses de pérdida de peso consecutiva y para muchas personas esto representa un enorme desafío que muchas veces termina en desistir. No culpes a tu metabolismo, es sólo parcialmente responsable. En cambio, probablemente interrumpiste la dieta porque tu apetito era desenfrenado. Analicemos un ejemplo. Si consumes demasiadas calorías al día, como excederte y perder peso estancado, el estrés crónico puede aumentar tu riesgo de obesidad. Cada vez hay más pruebas de que la exposición prolongada al estrés puede predisponernos a la obesidad. “Nuestros resultados sugieren que incluso si el paciente está muy estresado o si trata su artritis reumatoide con glucocorticoides, no aumentará de peso mientras se mantenga el estrés.